Por Juan Tomás Valenzuela
Pero que cara ha salido
Doña Yolanda Martínez,
sus novios, sus pollerines
y su affair con el ungido.
El proceder deslucido
conque obró en ProCompetencia,
su actitud, su negligencia.
su relación con Candita,
su porte de muchachita
y todas sus imprudencias.
Desde el día que la nombraron
va de escándalo en escándalo,
pues se casó con un vándalo
que piensa que lo premiaron.
Ya una vez, lo designaron
para que diseñe un logo,
y actuando de demagogo,
(sabrá Dios si de ignorante)
hizo un tollo tan frustrante,
que acabó en medio de un bobo.
La vez de ese disparate
que le hizo a ProCompetencia,
actuó con la inteligencia
con la que actuaría un primate.
Yolanda, vino al recate
y anuló esa porquería.
Y si no es porque está arpía
echa pá tras el contrato,
le hacen pasar un mal rato
a toda la cofradía.
Y sabrá Dios, que habrán hecho
este par de malhechores,
obrando entre bastidores
y apegados al cohecho.
Ella se cree con derecho
(sabrá Dios quien se lo ha dado)
de ir ordeñando el Estado
como si fuera una teta,
nomás porque a Juan Bragueta,
dizque lo tiene embobado.
Con esta nueva patraña
de Yolanda y Alfonseca,
quien queda embarráo de ñeca,
es la maldita piraña
que dirigió la campaña
de Cuquita y de Gonzalo.
Ese ungido pejepalo
que se comió el tiburón
y que salió tan glotón,
que aún anda eructando escualo.
Juan de los Palotes
23 octubre 2020